Biografía de Francisco de Goya
Francisco de Goya y Lucientes nació el 30 de marzo de 1746,
en Fuendetodos, un pueblo en el norte de España. La familia se mudó a Zaragoza,
donde el padre de Goya trabajó como dorador. A eso de las 14 jóvenes Goya fue
aprendiz de José Luzán, pintor local. Más tarde se fue a Italia para continuar
sus estudios de arte. A su regreso a Zaragoza en 1771, pintó los frescos de la
catedral local. Estas obras, realizadas en la tradición decorativa rococó,
establecieron la reputación artística de Goya. En 1773 se casó con Josefa
Bayeu, hermana del artista Zaragoza Francisco Bayeu. La pareja tuvo muchos
hijos, pero sólo uno - un hijo, Xavier - sobrevivió hasta la edad adulta.
La experiencia le ayudó a convertirse en un gran observador
de la conducta humana. Él también fue influenciado por el neoclasicismo, que
fue ganando favor en el estilo rococó. Por último, el estudio de las obras de
Velázquez en la colección real resultó en una técnica de pintura más suelta,
más espontáneo.
Una grave enfermedad en 1792 dejó Goya permanentemente
sordo. Aislado de otros por su sordera, se convirtió cada vez más ocupado con
las fantasías e invenciones de su imaginación y con observaciones críticas y
satíricas de la humanidad. Se desarrolló una nueva y audaz estilo cercano libre
de caricatura. En 1799 publicó los Caprichos, una serie de grabados que
satirizan la locura humana y la debilidad. Sus retratos se hicieron penetrar
caracterizaciones, revelando sus súbditos como Goya los vio. En sus frescos
religiosos empleó un amplio, estilo libre y un realismo sin precedentes en
tierra arte religioso.
Goya se desempeñó como director de la pintura en la Real
Academia desde 1795 hasta 1797 y fue nombrado primer pintor de la corte
española en 1799. Durante la invasión napoleónica y la Guerra de la
Independencia Española 1808-1814, Goya trabajó como pintor de la corte a los
franceses. Expresó su horror del conflicto armado en Los desastres de la
guerra, una serie de grabados crudamente realistas sobre las atrocidades de la
guerra. Ellos no fueron publicados hasta 1863, mucho después de la muerte de
Goya.
Tras la restauración de la monarquía española, Goya fue
indultado por servir a los franceses, pero su trabajo no se vio favorecido por
el nuevo rey. Él fue llamado ante la Inquisición de explicar su retrato
anterior de La Maja Desnuda, uno de los pocos desnudos en el arte español de la
época.
En 1816 publicó sus aguafuertes sobre las corridas de toros,
llamó a la Tauromaquia. De 1819 a 1824 Goya vivió en reclusión en una casa de
las afueras de Madrid. Libre de las restricciones de la corte, que adoptó un
estilo cada vez más personal. En las pinturas negras, ejecutados en las paredes
de su casa, Goya dio expresión a sus visiones más oscuras. Una cualidad de
pesadilla similares persigue la satírica Disparates, una serie de grabados
también llamado Proverbios.
En 1824, tras el fracaso de un intento de restaurar el
gobierno liberal, Goya se fue al exilio voluntario en Francia. Se instaló en
Burdeos, seguir trabajando hasta su muerte allí el 16 de abril de 1828. Hoy en
día muchos de sus mejores pinturas cuelgan en Prado museo de arte de Madrid.
(De WebMuseo)
Saturno devorando a
un hijo – Goya
Saturno devorando a un hijo es el nombre dado a una pintura
del artista español Francisco Goya. De acuerdo con la interpretación
tradicional, que representa el mito griego del titán Cronos (en el título
romanizado a Saturno), que, temiendo que iba a ser derrocado por uno de sus
hijos, se comió cada uno sobre su nacimiento. La obra es una de las 14 pinturas
negras que Goya pintó directamente sobre las paredes de su casa en algún
momento entre 1819 y 1823. Fue transferido a la lona después de la muerte de Goya
y desde entonces se ha celebrado en el Museo del Prado de Madrid.
El sueño de la razón
produce monstruos – Goya
Es un grabado del pintor español Francisco de Goya y
grabador. Creado entre 1797 y 1799, es la 43 de 80 grabados que componen la
serie de sátiras Los Caprichos. Goya se imagina dormida en medio de sus
herramientas de dibujo, su razón embotado por el sueño y acosado por las
criaturas que merodean en la oscuridad. El trabajo incluye búhos que pueden ser
símbolos de la locura y los murciélagos que simbolizan la ignorancia. Pesadilla
del artista refleja su visión de la sociedad española, que interpretó en los
Caprichos como demente, corrupto, y maduro para el ridículo. El epígrafe
completo para Capricho No. 43 se lee; "Fantasía abandonada por la razón
produce monstruos imposibles: unida con ella, ella es la madre de las artes y
el origen de sus maravillas."
El Coloso – Goya
El Coloso (también conocido como El Gigante), Es una pintura
tradicionalmente atribuido a Francisco de Goya que muestra un gigante en el
centro de la tela a caminar hacia el lado izquierdo de la imagen. Montañas
oscurecen las piernas hasta los muslos y las nubes que rodean su cuerpo; el
gigante parece estar adoptando una postura agresiva como es la celebración de
uno de sus puños a la altura del hombro. Un valle oscuro que contiene una
multitud de personas y hatos de ganado que huyen en todas direcciones ocupa el
tercio inferior de la pintura. La pintura se convirtió en la propiedad del hijo
de Goya, Javier Goya, en 1812. La pintura fue más tarde propiedad de Pedro
Fernández Durán, quien legó su colección al madrileño Museo del Prado, donde se
ha mantenido desde 1931.
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